Banco de suelos: ¿cómo afecta a la oferta de viviendas?

Cuando el Ministerio de Vivienda y Urbanismo hizo la presentación formal del Plan de Emergencia Habitacional en julio recién pasado, no solo se detalló la meta de entregar 260 mil soluciones habitacionales para frenar el déficit, sino que también se delineó una estrategía para avanzar eficazmente en su reducción.

Dentro de la planificación se encuentran 10 ejes estratégicos, entre los que se encuentran el impulso al arriendo protegido, la diversificación del tipo de tenencia, la promoción de la autogestión habitacional y barrial, y el robustecimiento del banco de suelos.

Este último es una iniciativa que contempla terrenos públicos y privados susceptibles de ser comprados, ya sea por su buena ubicación, calidad de los terrenos y las factibilidades que presente para desarrollar proyectos habitacionales. Entre los terrenos estatales se encuentran aquellos que pertenecen a Bienes Nacionales, SUBDERE, EFE o SERVIU.

Según los lineamientos establecidos en el Plan de Emergencia Habitacional, el banco de suelos es fundamental para que las familias puedan establecerse en sus territorios y barrios, considerando los cambios demográficos, las tendencias de crecimiento urbano, las oportunidades y servicios existentes en determinado lugar. Sin embargo, la duda que aparece de manera permanente es dónde están estos terrenos, a quiénes pertenecen y cómo afecta a la oferta de soluciones habitacionales.


Si bien el catastro nacional aún está en proceso de desarrollo, hay un catastro de propiedades de Bienes Nacionales que detalla que el 53% del territorio nacional está bajo dominio fiscal (40.594.017 millones de hectáreas). Sin embargo, la gran parte de este total son terrenos inexplorados o de difícil acceso.

Según detalló el propio ministro Montes en el lanzamiento del Plan de Emergencia, para enfrentar la crisis habitacional y cumplir con la meta de las 260 mil viviendas entregadas al fin del Gobierno, es necesario contar con 3.519 hectáreas de terrenos con buena factibilidad.


“De este territorio tenemos ya 1.700 hectáreas en ejecución, 608 hectáreas habilitándose y necesitamos 1.211 hectáreas de terreno apropiado y bien ubicado que estamos buscando con la ministra de Bienes Nacionales con la que hemos estado trabajando muy estrechamente, con los Servicios Públicos, con empresas públicas, con las Fuerzas Armadas que espero aporten bastante suelo y también comprando a privados, además por cierto de las propuesta de los comités”, señaló el ministro.

En una presentación ante la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados, el ministro Montes agregó que el MINVU contempla la inversión de 28 millones de UF para adquirir y habilitar terrenos para proyectos habitacionales.

Si bien la creación del banco de suelos ha sido un tema complejo, dada la falta de información y la división de ésta en diversas instituciones públicas, hay una intención de avanzar en fortalecer esta herramienta y ver efectivamente con cuánto suelo cuenta el Estado para construir viviendas.
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¿Qué es la regeneración urbana? El caso del Núcleo Ochagavía

La emergencia habitacional ha evidenciado una serie de problemas y conflictos que se viven en las ciudades a lo largo y ancho del territorio nacional. Junto a la crisis, que proyecta un déficit que supera las 650 mil viviendas, además se advierte una serie de elementos que agudizan la brecha, tales como el encarecimiento de los insumos y materiales de construcción;  el alto precio de las viviendas y de los arriendos producto de los niveles inflacionarios; o la falta de “suelos” para diversos proyectos.

Esa falta de “espacios” dentro de las ciudades ha generado también la necesidad de repensar lugares que están deteriorados, destruidos o, simplemente, abandonados, para convertirlos en nuevos proyectos urbanos de carácter público o privado.

En ese marco, la “regeneración urbana” busca intervenir un lugar olvidado o deteriorado no solo desde su aspecto físico, sino que también en la dimensión emocional del barrio. Por eso es fundamental que para regenerar un espacio urbano, se deba hacer en un trabajo que incluya al sector público, al sector privado y la comunidad local.

Uno de los casos emblemáticos de Regeneración es “Núcleo Ochagavía”,  un Centro Logístico y Empresarial multiformato proyectado en lo que era el antiguo Hospital Ochagavía, más conocido como el Elefante Blanco de la comuna de Pedro Aguirre Cerda

El Hospital Ochagavía se gestó durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva y comenzó su construcción bajo el gobierno de Salvador Allende. Se proyectaba como el hospital público más grande de Latinoamérica, con 84 mil m2 de superficie. Sin embargo, las obras fueron paralizadas en 1973 y durante los siguientes 40 años el edificio cargó con las expectativas y frustraciones de toda una comunidad. 

En un trabajo conjunto desarrollado por Red Megacentro, Constructora EBCO, Sabbagh Arquitectos, Bastías Cardemil Arquitectos y Fundación Urbanismo Social, este emblemático referente del olvido, se convirtió en un proyecto que tuvo como centro la Regeneración Urbana. Se realizó una transformación física en base a la intervención social, la participación comunitaria y la gestión institucional con alianzas estratégicas.

Este rescate permitió la obtención del Premio Aporte Urbano (PAU) 2015 y hoy Núcleo Ochagavía aporta a la comuna de Pedro Aguirre Cerda una multiplicidad de servicios, un centro cívico diseñado a partir de sus necesidades y un centro de negocios integrado de múltiples destinos.

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