El proyecto trata de la remodelación de las aceras centrales de Chillán con un componente inclusivo. Esto irá acompañado de un plan socioeducativo para derribar la discriminación de las personas en situación de discapacidad.
A lo largo de los años, Urbanismo Social ha probado su modelo de acción, tanto en viviendas sociales como en el desarrollo de parques, planes maestro, revitalización de barrios y más. Para esto se involucra activamente a los distintos actores de un territorio diseñando así un proyecto común, con el que generen un sentido de pertenencia.
A pesar de la experiencia, llegar a Chillán con un nuevo proyecto significa para la fundación desafíos, pero también nuevos aprendizajes y oportunidades.
Fundación Urbanismo Social llega a Chillán, capital de la región más nueva de Chile, Ñuble, con el proyecto: Chillán, ciudad inclusiva. Este es financiado por el Servicio de Vivienda y Urbanismo (SERVIU), el cual es una iniciativa tipo piloto que permitirá que en el polígono sean ejecutadas obras de remodelación de las aceras centrales con un importante componente de acceso universal e inclusivo. “Debemos apoyar para que esta sea una ciudad inclusiva y de acceso universal, para que las ciudadanas y ciudadanos puedan sentirse parte de aquí y tener un sentido de pertenencia”, dice Jose Navarro, coordinador social de Fundación Urbanismo Social.
Según el director de Serviu Ñuble, Álvaro Pinto considera “características técnicas de inclusividad en infraestructura, incorpora nuevas tecnologías, rutas accesibles, cruces peatonales accesibles, pisos táctiles de advertencia, lo que es una innovación tecnológica. El objetivo es disminuir y eliminar las barreras arquitectónicas que dificultan e impiden la interacción con el entorno de las personas”.
El seremi de Vivienda, Carlos Urrestarazu, indicó que la propuesta, que debe comenzar a ser materializada eventualmente en noviembre próximo, busca avanzar hacia la generación de una ciudad inclusiva, la que se caracteriza porque “todos sus habitantes, de las generaciones presentes y futuras, sin discriminación de ningún tipo, puedan disfrutar libremente de todos los espacios físicos, políticos, y sociales, ejerciendo de igual manera el derecho a tener acceso a los bienes y servicios públicos”.
El proyecto irá acompañado de un programa socioeducativo que tendrá un componente clave en la participación ciudadana, esto con el objetivo de lograr una verdadera inclusión, eliminando discriminaciones en el lenguaje y en el trato hacia las personas. Esto es un trabajo nuevo para FUS ya que no se ha trabajado en un proyecto de estas características anteriormente. “Espero que concienticemos en la importancia que tiene el uso del espacio público asociado de que podamos brindar oportunidades para todas y todos. Podemos construir mejores ciudades con acceso y oportunidades. El proyecto dura 11 meses pero queremos dejar el tema de la inclusión instalado para que se abra el debate. Ser un ejemplo nacional”, finaliza Navarro.