Aprendiendo a vivir en comunidad

Aprendiendo a vivir en comunidad

8 de Septiembre, 2015

Fortaleciendo capacidades en temáticas de copropiedad orientadas al “Buen Vivir”, Urbanismo Social trabajará con comunidades de nuevos barrios de vivienda social para que puedan prevenir el deterioro de sus entornos de manera autónoma y sintiéndose orgullosos de sus barrios.

Talca, martes 8 de septiembre de 2015.- Con el apoyo del fondo concursable “Chile de Todos y Todas” del Ministerio de Desarrollo Social, la Fundación Urbanismo Social trabajará con los vecinos de nuevos barrios de la Región del Maule, en la construcción participativa de una identidad barrial, de un ambiente de confianza, y en el fortalecimiento de un sentido de comunidad que favorezca la proyección del desarrollo sustentable del barrio. Lo anterior, para contribuir a prevenir su deterioro físico y social,  propiciando una buena convivencia vecinal.

Considerando que la densificación de nuestras ciudades y entornos nos ha obligado a vivir “más juntos” que antes, creemos necesario apoyar a las comunidades que se están instalando en los barrios. En este contexto, la copropiedad es una herramienta útil, si se orienta bien y en beneficio de todos”, explicó la Coordinadora Social de Urbanismo Social en Talca, Francisca Araya.

De esta manera, los equipos en terreno promoverán la conformación de Comités de Administración en los barrios, capacitarán a sus integrantes electos en la Ley de Copropiedad, los asesorarán jurídica y socialmente en la reformulación participativa de Reglamentos de Copropiedad, ajustándolos a la dinámica actual de los barrios, para mejorar la convivencia.

Así, se plantea la voluntad de fomentar y apoyar la creación de organizaciones de base en los barrios y comunidades, como instancias de integración social y desarrollo local. En el caso específico de los barrios constituidos como “condominios sociales” Urbanismo Social destaca el valor agregado de capacitar a los líderes en temáticas de copropiedad, para disminuir las dificultades que genera su desconocimiento y aumentar las capacidades de desarrollar estrategias que fortalezcan el capital social, vínculos de confianza y dinámicas positivas de convivencia.

El desarrollo de este capital social en barrios nuevos busca evitar el deterioro físico y social, resguardando la inversión instalada con tanto esfuerzo en las etapas previas a la entrega de la vivienda, buscando así no tener que intervenir años más tardes barrios deteriorados, lo que es mucho más complejo y costos en el largo plazo. De esta manera damos sustentabilidad en el tiempo e, incluso, podemos apostar por un aumento de la plusvalía de las viviendas y el barrio en el futuro.