En los últimos 15 años, hemos llevado a cabo iniciativas que han contribuido a disminuir la desigualdad en las ciudades de Chile. Con más de 155 proyectos realizados en diez regiones distintas, nuestro impacto se ha extendido a más de 55 mil personas. Esto ha mejorado su calidad de vida y ha cambiado la forma en que viven y se relacionan con sus comunidades.
Desde nuestros inicios en 2007 como una entidad patrocinante (EP) llamada Gestión Vivienda, hemos estado comprometidos con apoyar a las comunidades, siendo nuestro principal objetivo hacer converger y articular a las personas con instituciones públicas y privadas. Este compromiso también se reflejó en nuestra labor durante el proceso de reconstrucción después del terremoto del 27F. Sin embargo, ampliamos nuestra perspectiva al adoptar el Modelo de Urbanismo Social Preventivo en 2012. En ese momento, comprendimos que la vivienda es el principio y no el fin, para construir una comunidad unida y sólida.
Un hito importante se materializó en el año 2013 con nuestra transición a Fundación Urbanismo Social, la cual fue destacada por nuestra contribución a la regeneración del Núcleo Ochagavía. Este paso nos impulsó a abordar proyectos a escala de ciudad, superando nuestra perspectiva centrada en barrios y adoptando una nueva visión del desarrollo urbano.
Seguimos ampliando nuestro alcance, llegando a nuevas regiones como Biobío y Los Lagos en 2015. Además, nuestro enfoque cobró mayor fuerza en 2017 a través de nuestro trabajo en los Planes de Integración Social del Minvu, donde la copropiedad se convirtió en una herramienta fundamental para promover la convivencia comunitaria.
En 2018, fortalecimos nuestro compromiso con la regeneración urbana al emplear el diseño participativo en proyectos como Mapocho Limpio y Quiero Mi Barrio Chuquicamata. Por otro lado, la pandemia trajo consigo nuevos desafíos, pero también oportunidades. La iniciativa Locales Conectados, que enlaza negocios de barrio a través de una plataforma tecnológica, demostró su capacidad para proporcionar beneficios de alimentación a vecinos y vecinas en momentos de crisis.
También hemos llevado nuestra experiencia a campamentos en diversas regiones, trabajando en programas como Habitabilidad Primaria, Planes de Acompañamiento Social y Comunitario, Radicación Integral, y Diagnósticos Urbanos y Sociales. En esta línea, y en reconocimiento a nuestra labor en asentamientos, fuimos la única institución calificada con la puntuación más alta en una evaluación de calidad y eficiencia realizada por el Gobierno a diversas fundaciones en 2021. Paralelamente, hemos ampliado nuestras actividades como EP e iniciado la colaboración en nuevos proyectos, incluido el programa de Arriendo Protegido o Arriendo a Precio Justo.
Un cambio de mando en 2022 marcó un nuevo capítulo, con un directorio conformado por expertos en áreas sociales y técnicas, encabezado por Camila Ramírez en el puesto de directora ejecutiva. Además, marzo de este año dejó un hito aún más significativo: celebramos nuestro 15° aniversario, reuniéndonos con los más de cien miembros de la fundación y compartiendo con aquellos que han depositado su confianza en nosotros a lo largo de todos estos años.
Somos una organización sin fines de lucro, autónoma y transversal a los gobiernos de turno. Actualmente, estamos involucrados en proyectos en ocho regiones: Antofagasta, Coquimbo, Metropolitana, O’Higgins, Maule, Biobío, La Araucanía y Los Lagos. Nuestra labor se enfoca en la formación de comunidades, la articulación público-privada, la promoción de la integración y la cohesión social, y la mejora de la calidad de vida de las personas. Mientras la crisis habitacional persista en el país, continuaremos trabajando para transformar y construir ciudades más equitativas para todos y todas.
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