A principios de la década de los noventa, la ciudad de Medellín era considerada internacionalmente como una de las más violentas del mundo. De hecho, en 1991 la cifra fue de 381 homicidios por cada 100 mil habitantes, con un número anual de 11 mil asesinatos. Actualmente, y más de 20 años después, la ciudad da cátedra sobre seguridad. La gran pregunta es, ¿cómo se pudo llevar a cabo este cambio?
Uno de los factores del éxito de este proceso fue la transformación urbana que tuvo la ciudad. Alejandro Echeverri, arquitecto, urbanista y académico colombiano, quien participó activamente de este proceso, ha destacado durante toda su carrera la importancia de sumergirse desde la mirada del urbanismo social, palpitando los reales problemas de la población en sus territorios, elemento aportado en todo el caso Medellín.
El panorama en la ciudad colombiana era de constantes conflictos, en medio de una guerra de bandas criminales y guerrillas por el control de los barrios, fenómeno que llevó a las personas a tener que encerrarse cada vez más. Aquí se llevaron a cabo diferentes proyectos urbanos integrales que generaron una intervención en la ciudad, desarrollando edificaciones para que las personas pudieran ocupar parques, teatros, bibliotecas, universidades, polideportivos, entre otros.
Pero las medidas de transformación no terminaron ahí. De hecho, se impulsaron instancias como talleres para conectar con la población que vivía su día a día en estos lugares. Echeverri, también asesor de Urbanismo Social, quien compartió sus experiencias hace algunos días en las oficinas de la Región Metropolitana de la fundación, en una entrevista del 2017 se refirió a la importancia de que las personas pudieran generar, junto con los cambios que van experimentando a raíz de los proyectos urbanos bajo estos contextos, un relato acorde con sus vivencias y que estos, logren hacerse parte de estas transformaciones.
Sin lugar a dudas, hoy el país presenta una crisis de seguridad. Una situación que genera que la población decida aislarse en sus casas, dejando de disfrutar de su vida fuera de ellas. Es por esto que explorar alternativas de la mano del urbanismo y diseño de espacios, desde la apropiación e involucramiento de las personas de un inicio, que aumenten el uso y recuperen espacios estratégicos, podrían generar un aporte para tener ciudades más seguras en Chile.
Foto: cortesía Alejandro Echeverri y Valencia Arquitectos.
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