Usando su modelo que busca prevenir el deterioro fortaleciendo las capacidades de las comunidades, la fundación apoyará el desarrollo de barrios de Hualpén, Concepción y Chiguayante, a través del programa Acción del Fosis.
Chiguayante, sábado 5 de septiembre de 2015.- Con más de 800 familias de los barrios Solar de Hualpén, Juntos por un Sueño, Chiguayante I y II, y 7 y 8 Oriente de diversas localidades de la Región del Bío Bío estará trabajando la Fundación Urbanismo Social el fortalecimiento de la vida comunitaria de barrios afectados por el terremoto del 27 F.
Creemos que la mejor manera de prevenir el deterioro de los nuevos barrios de vivienda social es fortaleciendo el capital social de sus comunidades, así las familias cuidan y mejoran su entorno de acuerdo a sus necesidades y deseos, dándoles sustentabilidad” explicó Pilar Goycoolea, Directora Ejecutiva de la Fundación Urbanismo Social.
En este contexto, Urbanismo Social postuló al programa Acción en Comunidad del Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, cuya ADL local, Irene Ávila, estuvo presente en los lanzamientos realizados en Chiguayante, dando la bienvenida a las familias al programa y reforzando la prioridad de “saber cuáles son las necesidades de las familias para fortalecer las capacidades más urgentes” explicó.
Lo anterior, considerando además que un porcentaje del presupuesto del programa se destina a mejoramiento comunitario del barrio, ya sea acciones físicas o de mejoramiento de la calidad de vida, lo que implica una toma de decisiones en conjunto.
“Estamos muy contentos como comunidad de participar en este programa ya que después del terremoto habíamos quedado solos y necesitamos ayuda para seguir desarrollando el barrio” explicó Miriam, la Presidenta de la Junta de Vecinos del barrio 7 y 8 Oriente de Chiguayante. En este contexto el trabajo hizo mucho sentido y los vecinos y vecinas participaron entusiastas en el diagnóstico realizado durante los primeros lanzamientos del programa, efectuados durante el fin de semana recién pasado.
Y es que las nuevas comunidades de los barrios de vivienda social requieren apoyo después de la entrega de la vivienda para seguir trabajando en conjunto por el barrio “así se resguarda la inversión física y social instalada con tanto esfuerzo y no tenemos que intervenir años después barrios deteriorados. Más vale prevenir que curar” añadió Goycoolea.