Scouts, muralistas, vecinos y vecinas se sumaron a una tarde diferente para plasmar la historia del campamento 21 de mayo en un mural de 54 metros y entregar dignidad a quienes habitan en el sector.
Sentimos que la ciudad nos pertenece cuando refleja nuestra historia e identidad. Y desde una santa popular hasta un mítico pescador de jarpas, las historias del campamento 21 de mayo en el sector de Los Carros de Concepción, quedaron plasmadas en un gran mural de casi 60 metros que fue diseñado y pintado junto a los y las vecinas del sector.
“Pasamos de ser el lado oscuro de acá, y hoy en día brillamos con luz propia a través de todo el trabajo que se ha hecho con la ayuda motivadora de Urbanismo Social, Scouts, Muralistas y los y las vecinas. Estamos felices, con el pecho inflado de emociones” expresa Viviana Roa, lideresa vecinal del sector.
La iniciativa surgió a raíz de la llegada de la empresa Red Megacentro, con la instalación de un centro de bodegaje en Los Carros. Certificada como empresa B este año, en el ADN de Megacentro está la práctica de devolver valor al territorio donde se inserta. “Estamos intentando impactar en el barrio de manera positiva. Escuchando a los y las vecinas y viendo el trabajo que hicieron, uno se convence de que hay que seguir haciendo cosas como esta”, reflexiona Reinaldo Gómez, gerente zonal de Megacentro.
Así comenzó el trabajo con la fundación Urbanismo Social, que hizo el vínculo entre la empresa, autoridades públicas, organizaciones territoriales y la comunidad. El grupo Scout del Colegio Salesianos de Concepción, la Brigada de Mujeres Muralistas y el Sindicato de la Brocha se sumaron voluntariamente a la jornada, trabajando junto a los y las vecinas en el mural y la limpieza comunitaria del sector.
“La idea es rescatar elementos importantes para vecinos y vecinas como la flora y fauna de los humedales aledaños y también personajes importantes. Estamos contentos de participar porque las ideas del mural se plasmaron en reuniones que sirvieron para conocer las necesidades de las y los vecinos, y la historia de este campamento”, comenta Lien Carrera, muralista del Sindicato de la Brocha.
A pesar de tratarse de un campamento donde la lucha principal de los y las vecinas es para acceder a una vivienda definitiva, Urbanismo Social trabaja con la convicción de que todas y todos los habitantes de la ciudad tienen el derecho a habitar en dignidad y sentirse orgullosos/as del lugar en que viven, incluso si se trata de una situación transitoria. “Estamos tratando de hacer un trabajo integral, con varios actores involucrados. En presencia de un territorio muy desigual, como lo es un campamento, estamos tratando de hacer las cosas de forma diferente”, afirma Constanza Campos, coordinadora del proyecto por parte de la Fundación Urbanismo Social.