En el 2012, fuimos encargados de gestionar el desarrollo de 206 viviendas sociales ubicadas en el barrio Punta del Sol de Rancagua. Un desafío, en el que nuestra misión consistía en acompañar a las familias seleccionadas durante el anhelado proceso de obtener su casa propia; enfocada en entregar la mejor arquitectura, con construcción de calidad, en un terreno bien localizado y en donde los vecinos tuvieran una alta participación.
Si bien los objetivos se cumplían, surgía la realidad de que la casa propia en sí misma no era sinónimo de felicidad completa. Para realmente disfrutarla, había que resolver los conflictos propios de la vida en comunidad, la complejidad del convivir, el reconocimiento de los acuerdos no cumplidos y el desánimo para liderar mejoras comunitarias, con el que cargaban los ya cansados dirigentes.
Fue ahí cuando vimos que la “vivienda es el principio y no el fin” y que, sin un trabajo continuo con los habitantes del nuevo barrio, este no solo se iba a deteriorar físicamente, sino que también socialmente. Hoy, 5 años después, recibimos con agradecimiento y orgullo el reconocimiento que nos da la Bienal de Arquitectura “Diálogos Impostergables”, en la categoría Activismo y Participación, por nuestro proyecto de Vivienda Social -Punta del Sol, Rancagua ¡Conoce los premios de los diálogos impostergables!
Este reconocimiento, nos llena de orgullo y emoción, motivándonos a seguir creciendo como fundación y a buscar oportunidades para detonar procesos sociales que aporten a construir una ciudad más justa y equitativa, en donde las personas se sientan más felices de vivir. Y creemos que espacios como la Bienal de Arquitectura, juegan un gran rol para incidir en las temáticas y diálogos que en un territorio se han de conversar para diseñar y construir espacios en donde la arquitectura realmente aporte a la calidad de vida de las personas, Pilar Goycoolea, Directora Ejecutiva Urbanismo Social.