Este miércoles 25 de mayo, el Ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, presentó la Cuenta Pública de su cartera, donde expone las principales líneas de acción para la gestión de la actual administración.
Dentro de esos puntos, se destaca que en las orientaciones generales del Plan de Iniciativas Urbanas se presentará una modificación al Decreto N°3.516 sobre las parcelas de agrado, a modo de controlar la expansión y especulación urbana, “limitando la parcelación del territorio fuera de la planificación”.
Si bien la fragmentación del territorio rural y sus problemáticas urbanas y ambientales es una temática de preocupación nacional que se veía venir, fenómenos asociados a la pandemia hicieron que la situación cobrara especial importancia, siendo la región de Los Lagos una de las más afectadas. Esta situación llevó a que se empiecen a paralizar algunos proyectos de loteos, como fue el caso de 4 proyectos en la comuna de Puerto Varas.
Creo que hay consenso en que la Ley de Predios Rústicos o Parcelaciones debe ser revisada y sufrir modificaciones importantes, y en ese sentido, el anuncio del Ministro Montes es un avance. Sin embargo, preocupa que se haga congelamiento de la ley, sin que este vaya acompañado de medidas y/o propuestas alternativas, más aún si se estima que no tendremos una nueva ley en menos de dos o tres años. No podemos olvidar que estamos ante una emergencia habitacional y querámoslo o no, las parcelas, al menos en la zona sur, han sido una oferta alternativa a la cada vez más creciente necesidad de viviendas.
En esa línea, considero que es necesario avanzar en al menos tres caminos que se deben trabajar en paralelo, y de este modo, generar una planificación que no traiga consecuencias urbanas, sociales y/o ambientales.
Por un lado, promover la densificación equilibrada en las zonas urbanas; debemos hacer un uso más eficiente del suelo, especialmente en zonas céntricas. En segundo lugar, asumir el secreto a voces de que ya hay ciertas zonas rurales que en la práctica operan como espacios urbanos consolidados, y allí el desafío está en generar las condiciones para integrarlas a la ciudad -ya sea con obras y medidas de gestión-. Por último, planificar de mejor manera nuestro territorio -donde los nuevos Planes de Ordenamiento Territorial serán fundamentales- y con ello, aumentar el estándar de exigencias, tanto ambientales como urbanísticas, y de esta forma hacer sustentable el creciente interés de habitar la ruralidad.
Martín Montes Marín
Director Regional de Los Lagos
Fundación Urbanismo Social
Fuente: Diario El Llanquihue