En el marco de las medidas que el gobierno y la ciudadanía están tomando para disminuir la propagación del Covid-19, pareciera ser que la medida más eficaz y transversal es que nos mantengamos dentro de nuestras viviendas, evitando lo más posible el contacto con la vida exterior. Dada la gravedad de las circunstancias esto tiene mucho sentido, sin embargo, a su vez revela una problemática urbana que se ha ido agudizando en los últimos años, en especial en las grandes ciudades: la crisis de acceso a la vivienda.
Según datos de la encuesta CASEN del Ministerio de Desarrollo Social (2017), Chile registra un déficit habitacional cuantitativo de 497.560 viviendas, cifra que contabiliza el número de viviendas requeridas para reemplazar las viviendas irrecuperables y dar alojamiento a los actuales hogares en situación de hacinamiento y allegamiento. A nivel regional, la situación de Los Lagos también es preocupante, alcanzando un 8,8% de los hogares, superando el promedio nacional de 6,3%, siendo parte de las cinco regiones con mayor déficit en relación a su población. No obstante, a diferencia de la tendencia nacional donde el grueso de los casos del déficit son por hacinamiento y/o allegamiento (63%), en Los Lagos la causa principal es por viviendas irrecuperables (79,5%), con 19.238 casos, siendo la región con mayor porcentaje en esa categoría (Fundación Vivienda, 2018). Ante este escenario, a las ya difíciles condiciones a las que nos hemos visto afectados todos y todas en las últimas semanas, es de esperar que para quienes viven en viviendas irrecuperables, la cuarentena domiciliaria sea una opción difícil de llevar a la realidad.
Martín Montes, Coordinador Social de Fundación Urbanismo Social en la región de Los Lagos.
Fuente: Heraldo Austral