Rancagua, miércoles 24 de noviembre de 2015.- A pocos meses de que la Fundación Urbanismo Social termine su proceso de acompañamiento a la comunidad del barrio Punta del Sol de Rancagua, su equipo en terreno desarrolló un programa de fortalecimiento para sus dirigentes.
“Realizamos ocho sesiones de aprendizaje basado en las vivencias y orientadas al compromiso” explicó Ana Lamilla, dirigente social del equipo de la fundación y agregó “agradecemos el interés de los dirigentes por querer superarse y adquirir nuevos conocimientos para ejercer el rol y hacerse cargo del quehacer diario de las actividades comunitarias”
Y es que en Urbanismo Social piensan que la única manera de prevenir el deterioro de los nuevos barrios de vivienda social es centrándonos en las personas, para que sean ellas quienes cuiden sus entornos, dándoles así sustentabilidad en el tiempo.
En base al fortalecimiento de la identidad, la autonomía y la integración al entorno es que se puede lograr que las personas de las nuevas comunidades cuiden sus espacios. Para ello se necesita además que las organizaciones sociales, como Juntas de Vecinos y Comités de Administración sean agentes de desarrollo y promuevan la confianza.
“En este ciclo de talleres entregamos a los dirigentes también información respecto a los estudios que hemos hecho en el barrio, además de trabajar otro tipo de habilidades que les sirven en el día a día de su ejercicio” contó Ana Lamilla.
En este contexto Lamilla destacó que es muy importante el trabajo en redes, por lo que los líderes deben estar informados para vincularse con las autoridades o tomadores de decisiones “Con esto serán capaces de desvincularse de la Fundación Urbanismo Social para dar continuidad al trabajo en el barrio de manera autónoma” concluyó.